Doña Isabel llegó a Maceo hace 30 años con su
familia desde la ciudad de Risaralda. Su equipaje era poco, había una neverita
que vendieron para comprar una mesa para su negocio. Su primer fogón fue una
pequeña hornilla hecha con una lata de aceite a la que le adaptaron un lugar
para poner el carbón y la parrilla. Doña Isabel cuenta que en esa época
empezaron vendiendo chucitos y empanadas.
Después de tantos años de trabajo su negocio progresó y le permitió a ella y su
esposo Don Marcos conseguir una mesa más grande, un carrito para los asados,
surtido de gaseosas y el plante para un negocio en el Parque Principal. Su
lugar de trabajo se convirtió,con el paso de los años, en lugar de encuentro no
solo para comer a altas horas de la noche, sino también para hablar con ella…
porque tiene el don de escuhar a la gente. Nos encontramos....donde Doña Isa.
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